La marca propia de este vino y lo que lo separa de ser otro segundo vino como hay varios, es que en vez de tener la base de cabernet sauvignon con Seña, se refugia en los terrenos frutales y jugosos del malbec, que este año, en la segunda versión de este Rocas, tiene un 35%. Completan el <em>blend </em>un 21% de syrah, un 20% de cabernet sauvignon, un 10% de garnacha, un 9% de petit verdot y el resto de monastrell, una mezcla bastante ecléctica que proviene de viñedos propios en el Valle de Aconcagua. Esta versión es un reflejo claro de una cosecha excelente en todo el Valle Central, una cosecha fresca, con frutas rojas vibrantes y una trama de taninos finos y punzantes que, tras 22 meses de crianza en barricas (40% de roble nuevo), se sienten casi cremosos, redondos. Una segunda y brillante versión de este tinto.