Un cinsault que mezcla en partes iguales las notas terrosas -presentes en algunas muestras de esta variedad- y frutas rojas, jugosas y frescas. El resultado es delicioso, muy bebible, con una textura de taninos tensa y con agarre, lo que no es usual en la variedad. Ese lado algo rústico le da carácter, lo aleja del típico cinsault jugo de frambuesa. Este tinto viene de parras de unos 80 años en la zona de Florida, sobre las laderas de la cordillera de la Costa, en el Valle de Itata.