Este es uno de los buenos rosados que hay en el mercado de Chile hoy, una selección de distintas variedades plantadas en suelos de granito en la propiedad de Vik en el Valle de Cachapoal. Un 10% del vino tiene un mes de crianza en barricas, pero el resto solo ha visto tanques de acero para preservar la carga frutal de uvas que han sido cosechadas temprano en la temporada. El resultado es un perfume de frutas rojas y flores y un cuerpo jugoso, refrescante, aunque de muy buena concentración. Es un rosado para el aperitivo, pero también para comer con él. Este año, la mezcla tiene un 79% de cabernet sauvignon, 9% de cabernet franc, 7% de syrah y por primera vez, un 5% de carménère.