Viñedo Escorial
de Antiyal
Antiyal ya ha cumplido dos décadas desde que debutara en 1998 como el primer vino que oficialmente era el proyecto personal de un enólogo, algo que ahora ya es habitual en la escena chilena. Pero además, este Antiyal fue el primer vino de agricultura biodinámica en Chile y ha permanecido así, ocupando su espacio de pionero. La mezcla de este año tiene un 54% de carménère, 35% de cabernet sauvignon y el resto de syrah, todo de viñedos plantados en 2003 alrededor de la bodega y también junto a la casa donde la familia Espinoza vive y trabaja. Esta nueva versión se muestra exuberante en la boca, llena de frutas rojas y sabores suculentos a frutas y a hierbas. La textura es amplia, redonda en taninos, con una acidez que refresca todo a su paso. Este vino se siente joven, algo salvaje, en una de las buenas versiones de este clásico.